Caso de crisis en Social Media ¿Controlamos a nuestro Community Manager?

Mucho se ha escrito ya en Internet acerca de qué aporta mayores beneficios a la comunicación online de una empresa, un Community Manager interno o uno externo. Es un debate que me gustaría abordar en otro post, pero en esta ocasión quería centrarme en la necesidad de saber en manos de quién ponemos la reputación de nuestra marca en Internet, y de realizar un correcto seguimiento de la misma.

Sea una empresa privada o un ente público, en muchas ocasiones se obvian varios de los puntos más importantes a la hora de planificar su presencia en Redes Sociales. Es más, en muchas ocasiones no existe realmente esta planificación; se determina quién se va a ocupar de la gestión de la comunicación online, y no se establecen unos objetivos, una estrategia, una línea de comunicación, el necesario control… ¿Qué sucede si de pronto nos damos cuenta de que la imagen que estamos transmitiendo se aleja de la filosofía empresarial? ¿Si el Community Manager se ha “excedido” en sus “habilidades comunicativas”?

Hace un mes, justo cuando me encontraba preparando un curso de formación Interna dirigido a directivos de centros del Imserso (que impartí en Cádiz junto a Oscar Carrión del 5 al 8 de junio), recibí un curioso mensaje directo en Facebook.

 

Me llamó muchísimo la atención, y reconozco que desde el principio me negaba a creer que este mensaje, dirigido a mi perfil personal en Facebook (que es privado y no utilizo para fines profesionales, como sí hago con Twitter o este Blog), hubiera sido realmente escrito por todo un Ministerio de Sanidad ¿Cómo iban a utilizar tales artes, desaconsejadas por un buen profesional de la comunicación en Social Media?

Seguí el hilo, y me encontré con un perfil personal, que efectivamente dirigía a la Web del Ministerio de Sanidad.

 

En mi investigación decidí ir más allá, y pinchar en la supuesta página oficial en Facebook del Ministerio de Sanidad, a la que dirigían los enlaces de este “perfil” ¡Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con semejante portada!

 

Pero no sólo eso, las actualizaciones publicadas eran aún más sorprendentes. El Community Manager parecía tener una extraña “fijación” en contra del tabaco; No parecía existir nada peor para la sanidad pública de este país.

 

Es más, a pesar de recibir comentarios solicitando atención a otros problemas que preocupan a determinados colectivos de la sociedad, el gestor de la página hacía oídos sordos y no ofrecía respuesta, disculpas o aclaraciones. Silencio… Sólo un muro plagado de ataques al tabaco y a la industria tabacalera…

 

No podía creerlo, así que ni corta ni perezosa decidí consultar directamente al Ministerio de Sanidad desde la opción de contacto de su página. Comentaba simplemente que me había sorprendido la imagen y contenidos de la página en Facebook, y que deseaba saber de la oficialidad de la misma. Reconozco que, al estar trabajando con ejemplos del curso que estaba preparando, este mensaje lo envié a la página del Imserso, en lugar de a la principal del Ministerio de Sanidad.

No obtuve respuesta, marché para Cádiz y casi olvidaba el asunto cuando pasados más de 10 días recibí este Mail:

Acto seguido comprobé el enlace, la página oficial, la página en Facebook y ¡Oh, sorpresa! ¡Habían cambiado la portada a una más “oficial”, más acorde con la imagen de un Ministerio!

 

Comprobé que el cambio de portada se había producido justo después de recibir mi mensaje (yo lo envié el 1 de junio, y el cambio lo realizaron el 4 de junio…).

Puede que fuera casualidad pero ¡es que también había cambiado la línea de contenidos! Dependencia, prótesis mamarias, mayores… Seguía sin haber una voluntad de responder al usuario de la página, pero al menos los contenidos compartidos abarcaban más problemas sanitarios de nuestro país

 

Se trata sólo de un ejemplo que viene a ilustrar el motivo de este post. Por supuesto, puede tratase de una “casualidad” (muy llamativa, eso sí), pero ejemplarizante para quienes dejen en manos de un especialista su comunicación en Redes Sociales. No podemos “encargar” esta gestión y desentendernos, ¿tan poco creemos entonces en el poder de la comunicación en Social Media para crear una imagen online de nuestra entidad? ¿Qué pasa si cuando nos percatamos, es demasiado tarde?…

Ahí os dejo la reflexión, me encantará conocer vuestra opinión 🙂