Presente y perspectivas de futuro de la formación y el aprendizaje en las Administraciones públicas

Llega a mis manos en primicia el libro publicado por la Comunidad de Formación INAP social, Presente y perspectivas de futuro de la formación y el aprendizaje en las Administraciones públicas, que será presentado «en sociedad» el 16 de junio.

Recomendándomelo José Antonio Latorre, que fue (hasta su reciente jubilación) el jefe de formación de la Diputación de Alicante, y la persona más comprometida que conozco con la formación y el poyo del talento en las administraciones públicas, no podía dejar de bucear entre las ideas que el libro aporta. Un análisis muy interesante sobre la evolución en la formación de los servidores públicos, y que redunda además en varias de las ideas que siempre he defendido.

Hoy en día existen más recursos para aprender y existe más interés por gestionar el conocimiento y el talento, pero nuestra forma de vivir y de aprender ha cambiado. Las nuevas tecnologías y las nuevas formas de relacionarnos exigen cada vez más primar el aprendizaje social y colaborativo, permitiendo que la experiencia sea la mejor guía, la propia y la de los compañeros y compañeras. Aprender «hablando y escuchando», diría yo; una formación 2.0, como no puede ser de otro modo.

El libro ya está disponible para su descarga gratuita en la librería del INAP, pero os animo a asistir a la presentación oficial online el próximo 16 de junio de 17 a 18.30h.; será muy interesante escuchar las opiniones de los autores y expertos. Mucho que aprender ¡y mucho aún por hacer!

Gracias a la Comunidad de Formación de INAP Social, por trabajar para ayudarnos a todos los servidores públicos

Decálogo para compaginar una vida on line y off line sin morir en el intento

Hace muy poco ha nacido un maravilloso proyecto en la Diputación de Alicante, el Proyecto Disraeli. Se trata de una forma distinta y divertida de mejorar personalmente y como organización, para que todos podamos aprender de todos y aprovechar ese gran bagaje que como personas tenemos todos los compañeros. Funciona como una cadena: cada Disraeli busca entre sus compañeros a tres que ejecuten, en su opinión, una tarea de forma excepcional o tengan una habilidad que pueda ser útil para otros; una vez elegidos se les pide que expliquen en 10 sencillas reglas cómo lo hacen, y que lo cuenten en un vídeo.

Proyecto Disraeli

Yo no podía faltar en un proyecto así ¡me encanta! Y supongo que adivináis por qué me eligieron como Disraeli… Pues sí, para que explicase cómo logro compaginar esta vida mía tan activa en el 2.0 y en el mundo real 😀 Y aquí tenéis el resultado, espero que os sea útil.

DECÁLOGO PARA PODER COMPAGINAR UNA VIDA VIRTUAL Y PRESENCIAL “SIN MORIR EN EL INTENTO”

  1. En primer lugar hay que tener muy claro para qué queremos tener presencia virtual: si es para uso exclusivamente personal (tener contacto con amigos) o para uso profesional. Este punto cambia muchísimo nuestra forma de publicar, contenidos, y las plataformas en las que podamos tener presencia.
  2. Debemos ser conscientes de que “todo lo que publiquemos en Internet puede ser utilizado en contra nuestra”. Una frase fuera de contexto, una imagen demasiado personal, una conversación en público… Antes de pinchar en “publicar” debemos pensarlo muy bien, y ante la duda, mejor un Mail privado.
  3. Recordemos siempre que, en Internet, hablamos en “casa ajena”. Por mucho que tengamos conocimientos de la plataforma que utilizamos, nunca podemos estar seguros de que la privacidad que nos prometen vaya a mantenerse siempre. De un día para otro esas fotografías o conversaciones que creíamos estar manteniendo en privado pueden pasar a ser públicas ¿Nos podría perjudicar? Entonces ¡no lo publiquemos!
  4. Internet es la mayor biblioteca de contenidos que jamás encontraremos. Debemos aprovecharlo para aprender, curiosear, estar al día… Pero ¡cuidado! También debemos aprender a discernir lo que es cierto u oficial de lo que puede ser falso. Siempre que veamos una noticia que nos resulte interesante, hay que indagar más, “tirar del hilo”, para contrastar opiniones hasta poder hacernos una opinión propia y real.
  5. Somos lo que somos, y como somos, tanto virtual como presencialmente. Si pretendemos dar una imagen diferente de nosotros en Internet, se nos “verá el plumero” enseguida, y nos perjudicará.
  6. Trabajamos para la administración pública, debemos ser coherentes con ello. Como empleados públicos, tenemos derechos, pero también deberes, y una ley del estatuto básico del empleado público que nos indica los principios de lealtad, buena fe y confidencialidad. Más aún si en nuestra presencia online indicamos nuestra relación contractual con una administración pública.
  7. A veces nos puede dar un poco de miedo la presencia activa en Internet, porque pensamos que es mejor pasar desapercibidos. Pero Internet es como el “Gran Hermano”, en el que aparecemos aunque no seamos conscientes de ello. De vez en cuando es importante buscarse a uno mismo en “San Google” para saber qué es lo que aparece, y en caso de que no nos interese, actuar en consecuencia.
  8. No hay que agobiarse si nos vemos envueltos en una crisis online. Pararse a pensar y pedir ayuda es la mejor opción ¡no hay que actuar impulsivamente! Estoy a vuestra disposición si alguna vez os sucede.
  9. Las redes sociales nos ayudan a estar en contacto con el mundo, y es bueno aprovecharlo. Pero en ningún caso sustituyen una conversación telefónica, una cervecita con un amigo, un buen abrazo… Todo tiene su tiempo, y el cara a cara vale 100 veces más que un Whatsapp.
  10. Sentido común, respeto y empatía, son las tres normas básicas si tenemos presencia online. Nunca actuaremos con otros como no nos gustaría que actuasen con nosotros. Las personas son siempre lo más importante.

¿A que el Proyecto Disraeli es una idea genial? Si es que los trabajadores de la Diputación de Alicante son lo mejor de lo mejor 🙂